EL "RABINO" FALSO DE NAHARIYA VII

Hasta ahora hemos presentado casos de personas damnificadas por el Sr. Heredia. Pero es hora de hablar un poco de la metodología empleada por este individuo.
Tiene “shlijim” (enviados) en diversos países de Latinoamérica cuya misión es detectar a sus posibles víctimas. Para ello fundan filiales de “Kehilá Shuva” en las que se ofrecen “cursos de conversión avalados por el Rabinato de Israel (¿?)”. Las personas elegidas son aquellas que no tienen ninguna posibilidad de acogerse a la Ley de Retorno, la que estipula que todo aquel que tenga un antepasado judío hasta la tercera generación puede emigrar a Israel y recibir todos los beneficios de un Olé, incluido el de estudiar en uno de los cursos de conversión de la Agencia Judía.
Los cómplices dictan clases a estas personas, al tiempo que los convencen de contribuir con $25 mensuales para el mantenimiento de la comunidad (amen, como ya hemos visto a partir de algunos testimonios, de exigir dinero para materiales de estudio y libros de oraciones que nunca llegan).
Cuando la víctima ya está a punto, la convencen de viajar a Israel con visa de turista (quien ingresa con visa de turista no puede estudiar y su permanencia en el país es limitada).
Una vez en Israel el Sr. Heredia lleva a los "alumnos" a lo que ellos piensan que es la apertura de carpeta para la conversión con el Rab Shor (secretario del Beit Din Haifa), pero en realidad, LOS LLEVA SOLAMENTE A PEDIR AUTORIZACION PARA PODER ESTUDIAR EN ALGUN CURSO, Y COMO TODA LA CONVERSACION ES EN HEBREO, LOS SUPUESTOS ALUMNOS NO ENTIENDEN NADA. LO QUE ESTE INDIVIDUO HACE ES PRESENTARLOS COMO POSIBLES EXCEPCIONES A LA LEY (Hay lo que se puede denominar casos especiales en los que el Bet Din hace una excepción y autoriza el estudio en algún curso de conversión, aunque solo un 1% de los casos estos es aceptado). Luego les dice que hay que esperar unos meses la respuesta, y mientras tanto sigue usándolos. Cuando alguno de los "alumnos" hace demasiadas preguntas encuentra un pretexto y lo echa como a un perro (fueron varios los que llegaron a esta situación y quedaron librados a su suerte en Nahariya), y las pobres personas, ya sin visa legal, no tienen donde ir a quejarse.
Para dar una apariencia de legalidad a esta estafa, organiza cursos en su sede a los que invita a judíos y a otras personas con ciudadanía israelí (cada clase necesita un mínimo de 20 alumnos para recibir el visto bueno del inspector zonal de los cursos de conversión), entre los que disimula a aquellos que sólo entraron con visa. Entonces se ve una clase pletórica de alumnos y obtiene el okay de las autoridades.
Como vemos, es algo bien planificado y bien organizado, desde el atrapar incautos en los países latinoamericanos hasta el quitarles dinero, convencerlos de venir a Israel (muchos de ellos se endeudan para este viaje), y luego, ante el temor de ser deportados y nunca más poder intentar convertirse, mantenerlos dominados y en silencio.
Pero poco a poco el círculo se va cerrando y muy pronto este individuo y sus cómplices deberán rendir cuentas ante la justicia por sus delitos.

ISRAEL HALEVI