Allá por el 2002 se lo podía ver paseando por las calles de Nahariya, con su barbita candado, su kipá tejida y su acento cordobés. Asistía al ulpán de hebreo, trabajaba en Zoglobek y, en sus ratos libres era voluntario de la Policía Ciudadana (de ahí que más de una vez se lo viera con un fusil en bandolera). Solía frecuentar el bet haknesset de Jabad, en especial para Shabat.
Según él, era judío; según él, era conocido del sheliaj de Jabad en Córdoba; según él, había sido guardiacárcel; según él...
Más ni él ni la esposa (médica ella) eran judíos, en Jabad de Córdoba, Argentina, era un perfecto desconocido, y a esta altura del partido uno puede llegar a preguntarse de qué lado de las rejas estaba en la cárcel.
Pero lentamente comenzó a cambiar. La barba fue creciendo, la kipá tejida fue reemplazada por un sombrero y el traje negro reemplazó a los jeans. Se veía como un verdadero talmid jajam.
También la esposa cambió; peluca, pollera, mangas largas.
Claro, esto no tiene nada de reprochable, al contrario, parecía un intento de avanzar en el camino de la Torá (aunque para eso le faltaba rectificar algunos actos anteriores a este cambio que ya más adelante voy a comentar). Pero...
En la dulce y bucólica Nahariya surgió una nueva kehilá: Kehilá Shuva. Ofrecía ulpanim de conversión para Bnei Anusim. En la web apareció el sitio de la kehilá, con abundante uso del nombre de Jabad y de Rab Maitlis (Rab HaRashi de Nahariya), y transmisiones de radio por internet. ¿Y quién era el "rabino" de esta kehilá? Nada más y nada menos que el Sr. Ariel Heredia (a) Ariel BarujEl, quien, después de convertirse (aunque dudo de dicha conversión), por obra y gracia del Espíritu Santo obtuvo un título de rabino que a una persona normal le cuesta largos años de intensos estudios y duros exámenes (realmente un superdotado).
Y ahí está este "rabino", ofreciendo conversiones por un precio módico, aliviando a sus alumnos del peso de las cosas materiales (en especial del dinero que poseen).
Pero esto es en realidad el comienzo de la historia, la misma es excesivamente larga, así que, por ahora termino aquí esta introducción. Mañana van a conocer más de la vida y milagros del "santo rabino" de Nahariya.
ISRAEL HALEVI
martes, 31 de marzo de 2009
lunes, 30 de marzo de 2009
¡Basta de mentirosos!
Como persona creyente, respeto a todos aquellos que también lo son, no importa que credo profesen, y voy a defender con todas mis fuerzas la libertad de culto en cualquier lugar del mundo.
Lo que nunca voy a tolerar es la mentira, el engaño y el uso de la religión como medio de vida.
¿A quiénes me refiero cuando hablo de la mentira y el engaño? A aquellas sectas que últimamente han aparecido que se autotitulan judíos y afirman creer en Jesús como Mesías. Usan kipá, tzitzit, sus lugares de culto están llenos de símbolos judíos (incluso Rollos de la Torá), ¡pero no son judíos! Son ni más ni menos que una secta cristiana cuya única finalidad es atraer a judíos alejados de sus raíces o a aquellos que proclaman descender de los Anusim de España. Y se los encuentra en todos los rincones del mundo, incluso en Israel. Sus "rabinos" tergiversan y deforman las Escrituras, tratando de demostrar lo indemostrable. La web está llena de sitios de estas sectas, algunos de ellos utilizan un lenguaje amable y simpático lleno de "amor hacia los hermanos judíos", otros están llenos de ataques e injurias contra el Talmud y toda la literatura rabínica. Pero el fin que persiguen es el mismo ¡CONVERTIR AL CRISTIANISMO A LOS JUDIOS!
Después están aquellos que, también valiéndose del engaño, lucran con la fe, vendiendo conversiones falsas a incautos que ignoran que hay canales y procedimientos para convertirse al judaísmo. Muchos de estos individuos simplemente estafan a sus víctimas, quitándoles ingentes sumas de dinero y luego abandonándolas a la deriva. Se muestran como "rabinos ortodoxos", utilizan a instituciones judías reconocidas mundialmente y a figuras destacadas del judaísmo para dar mayor apariencia de verdad a su estafa moral.
Y contra estos mentirosos, estafadores morales es que salgo con este blog.
Entiendase que no ataco a ninguna religión, sino solamente a aquellos que a fuerza de mentiras confunden a la gente y lucran con la fe.
ISRAEL HALEVI
Lo que nunca voy a tolerar es la mentira, el engaño y el uso de la religión como medio de vida.
¿A quiénes me refiero cuando hablo de la mentira y el engaño? A aquellas sectas que últimamente han aparecido que se autotitulan judíos y afirman creer en Jesús como Mesías. Usan kipá, tzitzit, sus lugares de culto están llenos de símbolos judíos (incluso Rollos de la Torá), ¡pero no son judíos! Son ni más ni menos que una secta cristiana cuya única finalidad es atraer a judíos alejados de sus raíces o a aquellos que proclaman descender de los Anusim de España. Y se los encuentra en todos los rincones del mundo, incluso en Israel. Sus "rabinos" tergiversan y deforman las Escrituras, tratando de demostrar lo indemostrable. La web está llena de sitios de estas sectas, algunos de ellos utilizan un lenguaje amable y simpático lleno de "amor hacia los hermanos judíos", otros están llenos de ataques e injurias contra el Talmud y toda la literatura rabínica. Pero el fin que persiguen es el mismo ¡CONVERTIR AL CRISTIANISMO A LOS JUDIOS!
Después están aquellos que, también valiéndose del engaño, lucran con la fe, vendiendo conversiones falsas a incautos que ignoran que hay canales y procedimientos para convertirse al judaísmo. Muchos de estos individuos simplemente estafan a sus víctimas, quitándoles ingentes sumas de dinero y luego abandonándolas a la deriva. Se muestran como "rabinos ortodoxos", utilizan a instituciones judías reconocidas mundialmente y a figuras destacadas del judaísmo para dar mayor apariencia de verdad a su estafa moral.
Y contra estos mentirosos, estafadores morales es que salgo con este blog.
Entiendase que no ataco a ninguna religión, sino solamente a aquellos que a fuerza de mentiras confunden a la gente y lucran con la fe.
ISRAEL HALEVI
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